Las risas siempre están presentes, a veces se les encuentra con dificultad porque se ponen a jugar escondidas entre ellas. Si todo puede ser tan fácil y tan divertido como cuando eras niño. ¿Pero quién dice que fui feliz cuando niña? Si lo que menos quisiera sería regresar el tiempo y encontrarme de pronto, en medio del largo corredor, que separaba en dos mi casa en la zona tres. El tiempo sigue calentándome la cabeza como desde el primer día acá. En el nick de alguien leía que en Guatemala hay un frío de la chingada. Sé tan poco de Guatemala. Sé tan poco de los que se quedaron. Mi conocimiento nunca ha sido basto, es más, siempre he sentido cierto complejo de estúpida, inculta o desinformada, o un poco de cada cosa. Tendríamos que suponer que esto me hace infeliz, como también estar lejos, o estar no tan lejos. Escribir lo que venga a la cabeza es fácil, ser feliz no.
Dejaron de llegarme palabras en cadena.
Dejé otra vez de sentirme un tanto feliz.
Es momento de poner un punto.
Dejaron de llegarme palabras en cadena.
Dejé otra vez de sentirme un tanto feliz.
Es momento de poner un punto.
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