jueves, octubre 04, 2007

Me encanta la lluvia, el olor a tierra mojada se mete por mi naríz y me da una sensación placentera. Me despierta las ganas, de todo. Un chocolate caliente con una docena de mashmelos encima, una pelí pirata que no hayan estrenado en el cine y una colchita donde meter los pies. Me gusta más cuando un amigo me hace compañía y quizás otras cositas que nunca caen mal. Lo único malo de la lluvia esque a veces, cuando me agarra de sorpresa en la calle, me moja el cabello que tanto me costó peinar.

Los ojos los tengo secos de tanto llorar y el cielo no se apiada. Llueve y llueve y no deja de llover. A mi niño de cinco años se lo llevo el agua y no voy a vivir tranquila hasta que tenga su cuerpo, quiero darle sepultura. El era lo único tenía, al otro patojo me lo robo una bala perdida, de eso hace más de tres años pero a mi no se me olvida, todavía lo sigo llorando. A mi Herson aún tengo esperanza de hallarlo, por eso vengo aquí todos los días. Los vecinos me dicen que le pida resignación a dios. Yo no quiero resignarme, sólo quiero que los bomberos encuentren a mi Herson pero ellos dicen que no pueden seguir buscando porque la lluvia no deja de caer.